¿Puede Blockchain impulsar la distribución de energías renovables?
En los últimos años, el mundo se enfrentó a una sorprendente adopción de fuentes de energía renovables, principalmente solar y eólica. Al principio, el rápido avance de estas tecnologías fue impulsado por fuertes programas de incentivos, primero en Europa y luego en el resto del mundo; paralelamente, las mejoras técnicas y las economías de escala de los fabricantes, principalmente asiáticos, han permitido un rápido descenso de los costes de la electricidad renovable.
Hoy en día, en diferentes partes del mundo, las energías renovables ya son más baratas que los combustibles fósiles, pero hay varios casos en los que su adopción puede verse paralizada por la incertidumbre de los porcentajes de autoconsumo de la energía producida. De hecho, con el actual esquema de tarifas, un factor muy importante para calcular la rentabilidad financiera de una nueva planta fotovoltaica es el porcentaje de autoconsumo. Esto se debe a la gran diferencia entre los precios de la energía comprada y la vendida a la red local, por lo que sin un consumo de energía significativo durante las horas de sol, la mayor parte de la energía producida se inyecta a la red. Esta asincronía puede hacer que la energía solar no sea conveniente.
Ejemplo de desajuste entre la producción de energía solar y la demanda de la casa
Nuevos modelos de intercambio de energía
Para cambiar este escenario, se necesitan nuevos modelos de intercambio de energía, que deben incentivar a los usuarios a un uso más racional de la energía a nivel local , introduciendo un nuevo esquema de facturación sencillo y barato. El candidato natural para optimizar los procesos de intercambio de energía descentralizados es el blockchain, una tecnología descentralizada basada en bases de datos distribuidas, que permite a los usuarios firmar contratos y realizar pagos con un coste marginal insignificante, todo ello con una alta garantía de fiabilidad y sin un organismo central. La tecnología blockchain y los nuevos modelos de negocio que estimulan el intercambio local de energía -por ejemplo, entre vecinos o entidades empresariales de un mismo barrio- pueden facilitar la difusión de las plantas fotovoltaicas y optimizar la distribución y el uso de las baterías, que tendrán un papel destacado en los próximos años.Varias start-ups y grandes empresas de servicios públicos están avanzando hacia este nuevo escenario, algunas con sistemas propietarios que contrastan un poco con la lógica del mercado distribuido, otras intentando crear una plataforma abierta que pueda integrar componentes de terceros. Estos modelos también tienen que acoplarse a diferentes casos de uso, como las microrredes, las comunidades de autoconsumo, los condominios y las redes de distrito de baja tensión.
Un futuro automatizado y fiable
Otros factores que fomentarán el uso de tecnologías de gestión inteligente de la energía a nivel local son las limitaciones físicas de la red eléctrica. Los cables de cobre que conectan las zonas residenciales, comerciales e industriales podrían tener problemas en el futuro, provocando una nueva ola de costes de renovación de las redes eléctricas. Para evitar este lamentable futuro, habrá que diseñar nuevos modelos de mercado que animen a los usuarios a utilizar (y almacenar) la energía ayudando a la red eléctrica a mantener la tensión y la frecuencia dentro de los márgenes de seguridad. Todos estos mecanismos estarán dominados por algoritmos de inteligencia artificial, por lo que no se requerirá ningún esfuerzo al usuario, estas nuevas herramientas inteligentes funcionarán en lo que muchos ya llaman "economía de las máquinas".En Hive Power estamos posibilitando la creación de comunidades de intercambio de energía en las que se garantiza que todos los participantes se beneficien de la participación, alcanzando al mismo tiempo un óptimo técnico y financiero para toda la comunidad.Únete al chat de Telegram de Hive Power:https://t.me/hivepower
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