Cómo ahorrar costes energéticos en los hogares en 2030; una mirada al futuro

Cuando las olas de calor sacudieron Europa a principios de este año, dejaron una marca indeleble en el continente que nunca se olvidará.

Las consecuencias del aumento de las temperaturas no se limitaron a crear víctimas mortales y miles de casos de hospitalización, aunque ese fue el efecto inmediato y devastador; también causaron estragos al desestabilizar la gestión de la red y los precios de la energía. En Alemania y Francia, el coste medio diario de la energía se elevó a niveles récord de 397 y 521 euros por megavatio-hora, respectivamente. Como resultado, los consumidores se vieron obligados a pagar más por menos.

Esta subida de los precios de la energía está directamente influenciada por la demanda de energía en las horas punta, cuando los clientes necesitan mucha refrigeración. Supone una gran presión para el suministro de energía, ya paralizado por la crisis ruso-ucraniana.

Aunque las energías renovables desempeñan un papel fundamental para reducir la demanda y los precios de la energía, no son suficientes. En 2021, los edificios residenciales representarán el 43% del consumo final de energía en la UE. Esta demanda, a pesar de la tasa de crecimiento de las energías renovables, no solo pondrá a prueba las redes energéticas de toda la UE, sino que también inflará los precios de la energía para los propietarios. 

¿Pero qué más se puede hacer? Debemos construir casas energéticamente flexibles.

¿Cómo es una casa energéticamente flexible?

La clave para entender qué es una casa energéticamente flexible y cómo funciona es conocer su esencia: la flexibilidad distribuida.

La flexibilidad distribuida es la capacidad o la tendencia de los activos conectados a las redes de distribución a recibir señales de energía de las redes y responder cambiando sus patrones de consumo o generación.

Un hogar energéticamente flexible, por su parte, gestiona sus activos desplegando una flexibilidad distribuida. Estos activos incluyen aparatos de carga, como aires acondicionados, lavadoras y secadoras, calderas y calentadores, vehículos eléctricos y dispositivos de almacenamiento, como baterías. La flexibilidad energética permite que estos activos se conecten entre sí y con la red de distribución. Esto, en efecto, no sólo abre una vía para una respuesta adecuada a la demanda, sino que también le concede a usted, el consumidor, la libertad de conectarse a la red y de intercambiar energía de los dispositivos de almacenamiento y de los vehículos eléctricos en cualquier momento.

Así pues, supongamos que sufrimos un aumento de energía por otra ola de calor. En ese caso, la crisis podría ser fácilmente gestionada por las ESCOs/DSOs y los consumidores de energía a través de la flexibilidad de la demanda o, en otras palabras, la flexibilidad energética de los hogares. Además de preservar la infraestructura de la red, la flexibilidad también permitiría a la UE ahorrar más de 71.000 millones de euros en costes energéticos anuales. Esto es sólo un atisbo de lo que se puede conseguir con hogares energéticamente flexibles.

Posibilidades de integrar la flexibilidad distribuida en sus hogares

Los hogares energéticamente flexibles son cruciales para el futuro de la gestión de la red y la sostenibilidad energética. Estos hogares ofrecen una ventaja de costes tanto en el lado de la demanda como en el de la oferta. ¿Cómo pueden los usuarios residenciales aprovechar esta oportunidad? Dos medios clave son los electrodomésticos inteligentes y la carga inteligente de los vehículos eléctricos.

1. Activos integrados en la red inteligente (aparatos inteligentes)

Uno de los primeros pasos es adaptar los electrodomésticos inteligentes. Estos electrodomésticos son sensibles a las señales de la red y pueden ajustar su dinámica de trabajo según la situación técnica y económica de la red. Esto está en manos de tres actores distintos:

• Fabricantes de activos: marcas como Samsung, Haier, etc., que fabrican electrodomésticos inteligentes como frigoríficos, aires acondicionados, calderas, lavadoras y secadoras, etc., pueden hacer que sus productos respondan a las señales de la red a través del IoT.
• Prosumidores / Consumidores activos: residentes (usted) que compran estos activos y dan permiso para que proporcionen flexibilidad a la red.
• Empresas de servicios energéticos (ESE): utilizan soluciones de orquestación de la flexibilidad, como el gestor comunitario FLEXO, para gestionar estos activos flexibles y su interacción con la red.

Un caso perfecto de esto en acción es el cambio de carga. Por ejemplo, considere que su bomba de calor y/o su aire acondicionado responden a las señales de demanda máxima y se encienden sólo fuera de estos períodos de demanda máxima. Con múltiples activos flexibles en su hogar, las posibilidades de ahorro de energía y de costes son elevadas, y puede aprovecharlas en su beneficio económico.

2. Mejor uso de los vehículos eléctricos: Carga inteligente y V2G

¿Lo sabías? Los devoradores de gasolina están fuera y los vehículos eléctricos están dentro. A partir de 2035, todos los residentes de la UE sólo podrán comprar y matricular vehículos eléctricos. Esto es especialmente interesante porque agravará el aumento de los precios de la energía que ya se ha mencionado anteriormente, dado que habrá más personas que posean VE y quieran cargarlos.

En el mismo periodo, se prevé que el 20% de los hogares de Londres necesitará aire acondicionado. Esto supondrá aproximadamente 1,4 GW de demanda adicional de la red local de la ciudad durante las horas de máxima demanda del verano. Un aumento repentino de la demanda como éste no es ni favorable para la red ni para el bolsillo, así que ¿cuál es la solución?

Si aproximadamente el 20% de todos los vehículos eléctricos que circulan por el Reino Unido en 2035 permiten la conexión a la red eléctrica (V2G), podrían alimentar unos 600.000 aparatos de aire acondicionado en edificios residenciales. Además, los propietarios de vehículos eléctricos podrían ahorrar unas 42 libras (48 euros) al mes.

¿Cómo funciona? La carga inteligente ayuda a los propietarios de VE a ajustar sus comportamientos de carga para optimizar los costes y la demanda. Por ejemplo, durante los periodos de máxima demanda, los precios de la energía tienden a dispararse, pero con FLEXO de Hive Power, que gestiona de forma inteligente la carga en sus cajas de pared y los operadores de las estaciones de carga, los VE pueden ajustarse a cargar fuera de esas horas para ahorrar costes y reducir la demanda.

Por otro lado, la tecnología V2G permite a los propietarios de vehículos vender la energía no utilizada a la red. Imagina que utilizas tu vehículo como una "batería sobre ruedas" que mitiga la carga de la red y te permite obtener ingresos en forma de dinero o de tarifas de alimentación.

En pocas palabras

Según las investigaciones, se espera que la flexibilidad energética residencial ayude a los consumidores domésticos a ahorrar hasta 285 euros anuales en sus facturas de energía de aquí a 2030. Además, se prevé que los hogares energéticamente flexibles eviten 230 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). 

Los principales impulsores de estas posibilidades son las partes interesadas ya comentadas anteriormente, y para hacer efectivas adecuadamente estas ventajas, requieren una plataforma inteligente de gestión de la flexibilidad que impulse estas posibilidades. 

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